Empezando un poquito fuerte.

Hay personas idiotas, ¿verdad? Pero aquí, y en todo el mundo.
Primero, no hay que juzgar.
Bien, no hay que juzgar. Vale, vale. Entendido.
Hay muchísimas personas que no lo entienden. Se quedan cortas, y no se abren a más.
Encima, no saben nada. ¿Qué saben? Nada. Enserio. ¿Qué es lo mejor que hay que hacer? ¿Reírse? No sé yo... eh.
Sigamos, sigamos.
Cómo digo ésto... Mmm...
¿Puedo hablar de mí? ¿Os puedo hablar de mí?
Sí,sí,sí. Okay. Os hablaré de mí.

Verano pasado.

Me metí en un lío, y no sabía cómo salir. (No voy a dar detalles) Pero..un lío de estos gordos, gordos.
Ahora soy feliz.
¿Y ya está? Bueno... Sí, más o menos.

Pero quiero aclarar unas cosas. ¡Por favor! Si me dejáis...

Habláis de religión... como si fuera una cosa fuera de lugar, o sea, como si fuera... ¡yo que sé! Si sería una cosa apestada o algo así, ¿me seguís la idea?

Bien... ¿sabíais que hay más religiones? ¿Por qué sólo es cerráis en una? La católica. Con imágenes de Jesús desangrándose y...y...La Virgen María ahí... Luego está el cura... ¡Pero hay más!

¿Os puedo decir una cosa? Lo siento, pero yo no creo en una religión. Una religión... ¡No por favor! ¿Una religión? No,no,no.

Nosotros...no tenemos esas imágenes, ni a la virgen...ni si quiera un cura. No... ¡Ah! Bueno, da igual...


Me da mucha pena que la gente eche su vida a perder. ¡Por favor no os aferréis a la vida en la Tierra!
Dios... espero que se den cuenta, que sin ti, ellos no pueden vivir.
Señor, que no se cierren. Que abran sus corazones, y vean lo grandioso que eres Señor.
Y yo ésto, no me lo estoy inventando.
No es una religión. Es mi vida, y mi vida Señor, gira en torno a ti. Porque... ¿Para qué quiero ser como ellos? Nada de lo que hacen me conviene. Sólo soy feliz contigo, y me he dado cuenta este verano, Señor.
Perdóname por pecar, y no abrir los ojos.
Tú me sustentas cada día. Me das fuerzas, y lo tengo comprobado, Señor.
Tienes cosas preparadas para mí, Señor.
Quiero que seas mi primer pensamiento al despertar, y hacer las cosas por ti, sólo por ti, Señor.

Cristo murió por nosotros. Dios envió a su hijo, para perdonar nuestros pecados. Y la gente no se da cuenta... ¿Por qué no abres tu corazón? Ve a la luz, y sigue sus caminos, así harás lo correcto.

Una cosa más.

Una mirada más, acompañada de nuestra canción favorita. esa que dice: ella todo el tiempo cierra sus ojos...
Una sonrisa más, acompañada de mi flor preferida, una rosa negra con espinas.
Me he pinchado. Sale sangre de mi dedo.
Una tarde más, acompañada de sus ojos oscuros mirándome.
Su gruesa mano morena, dura, y tensa se apoya en mi mejilla rosada.
Mi respiración que hasta hace un momento no la oía, ahora sí que la oigo.
Él sonríe, al ver mi cara, yo, le devuelvo mi sonrisa avergonzada.
Físicamente somos diferentes, él es muy alto y fuerte. Moreno, todo un seductor, mientras que yo...soy frágil, pecosa...y pelirroja, pero en el fondo...somos muy parecidos, parece que tenemos telepatía.
Me levanto del sofá con cuidado. Abro la puerta de casa. Él, me sigue. Eso era lo que quería.
Caminamos bajo la lluvia fría. Me estremezco, mientras que éste, se acerca hacia mí, rodeándome con su enorme brazo, haciéndome sentir segura a su lado.
Se para. Giro la cabeza hacia atrás para verle. ¿Por qué se habrá parado?
Me sonríe. Una sonrisa dulce, con unos dientes...demasiado blancos para una persona.
Extiende sus brazos, y las palmas de las manos. Mira hacia arriba cerrando los ojos.
Está empapado, de los pies a la cabeza, igual que yo.
Parpadea de vez en cuando, por las gotas que le caen sobre los párpados. Me acerco hacia él. Le abrazo por la cintura apoyando mi cabeza sobre su pecho.
Oigo latir su corazón de forma acompasada. Pum...pum...pum. Podría acostumbrarme a escuchar sólo este sonido siempre.
Sus labios carnosos susurras un: me encanta.
Sonrío. Me coge de la mano, llevándome casi arrastras a la luz de una farola.