Translate

lunes, 29 de agosto de 2011

Luces de la noche

Asomada en la ventana de un sexto piso, en un barrio marginal, apartado de la gran ciudad, donde la gente en vez de utilizar el móvil para hablar, se gritan de una punta a otra.
Aquí arriba, comiendo un yogurt de fresa, con la mirada perdida, en las luces de la noche, que iluminan los demás barrios. Esto es precioso, una especie de New York, pero en tamaño reducido.
Veo pasar el tren blanco. Ése que va tan rápido, en el que puedes viajar de una ciudad a otra, en cuestión de horas. Forma parte de las vistas, pero da en qué pensar. En sólo unas horas, estaría en esa ciudad…No cuesta nada, ahí está…


jueves, 25 de agosto de 2011

Recuerdos...(?)

Hay veces que quiero estar sola en mi cuarto, y alejarme del mundo. ¿Hay veces? Creo que es siempre.
Me gusta estar sola, escuchando música, tumbada en la cama. Cerrar los ojos, y pensar en las cosas que tienes en la cabeza. Estos días, estoy un poco rara. ¿Será porque me ha bajado la regla? Hahaha no tengo ni idea la verdad. Estoy muy ñoña, muy tontita. Me río por cualquier cosa, y las cosas que me parecen monas, digo que son muy cuquis, y los ojos se me ponen llorosos, y parece que voy a llorar, pero en realidad no.
Pienso en la gente que echo de menos, no sé porqué, pero pienso en esa gente. Y, depende de qué tipo de música escuche, me trae como recuerdos, pero sin llegar a eso. Es una sensación rara, pero creo que me gusta.
El cielo está nublado, y yo estoy aquí escribiendo, y recordando a toda esa gente. Sean buenas personas o no. No entiendo nada, porque a mí me caen bien y punto, y las echo en falta. Tampoco entiendo cómo la música, los olores, las sensaciones, y muchas otras cosas, te hacen recordar momentos, recordar épocas de tu vida, recordar a esa gente que echas de menos y que no hablas con ellas.
Escuchas a tu madre hablar por teléfono, con esa persona que echas en falta, y lo único que puedes hacer, es encerrarte en tu cuarto, pensar, y, luego escribir mientras escuchas música.
¿Por qué la música te llena de recuerdos? ¿Por qué? Yo no lo entiendo. Te hace recordar a esa gente especial que echas de menos.
¿Por qué el olor a lluvia en junio te hace viajar en el tiempo dos o tres años atrás? ¿Por qué? Yo no lo entiendo. Pero me gusta levantarme a las siete de la mañana para ir a clase en verano, y oler la hierba mojada por la lluvia en pleno junio.
¿Por qué escribir esta mierda me cabrea tanto? ¿Por qué? Yo no lo entiendo. Te traen un libro de vacaciones de verano, por ir mal en ingles, lo ojeas un poco, y ves a simple plan. Te llena de ilusión, que un grupo de punk salga en una mierda de cuadernillo de vacaciones de verano. Y luego miras más el librillo, y no viene ni una mierda más interesante.
¿Por qué la gente es tan así? ¿Tan así cómo? Tan rara, tan… ¿Inculta? No sé si es la palabra correcta, pero me vale. ¿Por qué la gente se ríe por el tipo de música que escuchas? ¿Por qué? Yo no lo entiendo. Dice, lo que escuchas tú es esto. Y, se ponen a gritar, a agitar el pelo, y a poner la mano heavy. ¿Pero quienes se creen que son? Son marcianos. Son de otro planeta del más allá. Un planeta aún sin identificar que está por ahí, en el quinto pino, todo recto, y giras a la izquierda. Esas personas sólo han venido a tocarte un poco…un poco… esa palabra que no me sale que tengo en la punta de la lengua. Are you fucking kidding me? Sé. Me gusta.
Quiero escribir, toda la música, que he escuchado, cuando ‘’era’’ adolescente, para luego, en un futuro, cuando sea mayor, poder recordar todo esto. El olor a hierba mojada en junio, los días encerrada en mi habitación escuchando música, recordar a esos marcianos que siempre te seguirán toda la vida, a esa gente que he echado de menos, esa gente que me hace sentir así. Ellos no tienen la culpa, pero me hacen recordar cosas…
Para alguna persona de por ahí, que alguna vez, se ha sentido como me siento ahora. ¿Que cómo me siento? No tengo ni idea. Son esos días raros, en que la gente no te comprende. Esos días en los que piensas, y plasmas lo que puedes en el ordenador. Perdón, me he confundido, la gente nunca te comprende. Porque la gente no está en tu mente, no se puede conectar telepática-mente contigo, como en un chat por el ordenador. Algún día, fijo que podremos conectarnos todos a la vez. Un ordenador pequeñito, pero en la mente, ojalá, se pudiera, algún día, algún día…




martes, 23 de agosto de 2011

Es muy sencillo.

Bien, he terminado de escribir la historia de ‘’Encuentro’’. La terminé, cuando estaba tontita, y todo me parecía genial. Parecía que estaba enamorada o algo así, hahaha.
Para las personas que la hayan leído, espero que os haya gustado la verdad…y bueno, me emociona que la gente lea mi ‘’historia’’, y que os guste. Me alegro, de verdad.
Vale. Pues...he empezado otra historia, sólo llevo cuatro líneas, (algo es algo xD), Mmm, si eso, cuando ya tenga algo escrito, la subo, pero ahora, de momento, voy a subir: Relatos Cortos, o algo así. Emplan… no sé de lo que escribiré, pero sólo serán chorradas o no…quién sabe…hahaha. Pues ahora, va uno:
 
Estoy escuchando una canción de un grupo de rap cristiano, llamado Redimi2. Se titula, ‘’Estoy aquí’’.  Bien, os pongo la intro, para que os hagáis a la idea:
Dolor, traición, desengaño, desilusiones y mal trato. Burlas, subestimaciones, abusos, tragedias, soledad… Son situaciones que en cualquier momento, se pueden cruzar por nuestro camino, ya que vivimos en un mundo en el que todos somos propensos para enfrentar el sufrimiento, y sin importar dónde nos escondamos, el dolor nos puede encontrar. Pero de cada proceso y cada batalla que enfrentarnos, podemos salir victoriosos, después de la caída podrá llegar el levantamiento, porque no estamos solos. Hay un ser que prometió estar con nosotros todos los días y nos ama con un amor, que sobre pasa todo entendimiento, y hoy nos dice: Estoy aquí.
Para ser un parrafillo, la introducción  es bastante completa, espero que escuchéis la canción, y penséis, en todas las veces que habéis pasado por esas situaciones. Él es el único que nos puede ayudar, sabe cómo nos sentímos cada uno de nosotros,,, Hablar con Él, no cuesta nada, sólo teneis que alzar la voz…







martes, 16 de agosto de 2011

Encuentro ''Capítulo 10''

Han pasado ya dos semanas. El tiempo se va volando, y más cuando es verano.
La verdad, es que han sido bastante intensas. Antonio y yo, no hemos parado. Hemos estado ensayando horas y horas durante estos días.
Cuando está concentrado, pone cara de motivación, y es que, siempre me río, porque es muy gracioso verle.
El cuaderno que me regaló, me sirve de ayuda. Me desahogo, y escribo mis cosas.
Estoy nerviosa. Dentro de dos días es el concurso, y hace mucho tiempo que no canto en público. Volvemos al principio, me da vergüenza que me oiga la gente cantar. Tengo que hacerlo, sino, no hay viaje a California.
Ahora mismo, estoy metiendo ropa en una mochila para desconectar, y dejar de pensar en lo del concurso. Voy a ir a un pueblo cerquita de aquí, donde vive mi tía, a ver a algunas amigas de allí.
Me llevo dos pares de dickies, las vans negras, y una camiseta turquesa y otra amarilla de tirantes. Un bikini también por si acaso, sandalias…ropa interior, etc, etc.
Menos mal que me voy para dos días, pero bueno, es igual, voy a cargar yo con ella. Y, además Antonio me va a acercar así que, no tengo porqué quejarme.
No he hablado con Daniel en estas dos semanas, desde que ‘’cortamos’’. Vaya, cómo soy. Iba a tener una relación con él…y al de unos días, ya le he dejado por otro… Bueno, otro… mi ¿ex? Dejémoslo, en mi mejor amigo. Sí, suena un poco mejor.
No sé si debería llamarle… no, preferiría no llamarle de momento… ¡Mierda! Pero tengo que llamar a Lucía. Buff. Me va a matar… Si es que soy una amiga perfecta. En fin, los llamaré, cuando termine el concurso y todo. Mejor así, porque estaré más relajada, y si ganamos, estaré más contenta, más feliz… aais Hahaha.
Toca alguien la puerta.
-¿Paula, puedo pasar?
-Sí, Antonio, pasa, estaba ya terminando.
-Oh bien, entonces llegaremos a la hora de cenar.
-Okei. Mmm, ¿tú, esta noche te quedarás, no?
-No sé, sería mucho molestar a tu tía…
-No seas bobo, es que no vas a ir a las tantas de la noche con el coche. Hablaré con ella, no le importará.
-¿Segura?
-Y tan segura. A ver, que a ella no le va a importar para nada. Pero, eso sí, no sé dónde dormirás, si conmigo, en otra habitación o en el sofá, porque mi tía, es muy…no sé cómo explicarlo, pero vamos, que no creo que le haga gracia que durmamos juntos.
-Mmm, si eso me escapo, y voy a tu habitación a hacerte compañía. [e.e] Tendríamos que tener mucho cuidado.
-Oins, pero que novio más malote tengo, por favor.
-Pero te gusta, no lo niegues.
-No lo niego, para nada, porque me encanta cómo eres.- le paso los brazos alrededor del cuello, mientras sonreímos, y rozamos nuestras narices cariñosamente.
-Eres la mejor persona que he conocido en toda mi vida. La más especial, la más cariñosa, la más romántica… ¿Por qué eres así, me lo podrías explicar?
-¿De verdad crees que soy todo eso?
-Claro, que sí, no me he enamorado de ti por nada. Eres perfecta.
-Te podías enamorar de mí, simplemente…porque soy guapa.
-Mmm no. Yo no soy ese tipo de tíos, y lo sabes. Yo me he enamorado de ti, de tu físico, de tu carácter, de tu personalidad, de todo lo que te compone. Nada más, sólo de ti. Espero que tú también.
-¿Esperas que yo también? Are you fucking kidding me? Sabes que yo te amo tal y cómo eres. Sabes que te quiero muchísimo, e intento demostrártelo cada día que estoy contigo, creo que lo de espero que tú también sobraba.
-Paula lo siento, sólo era para terminar la frase, y que quedara bien.
Me empiezo a poner roja. Cojo una gorra, me la pongo en la cabeza y la bajo hasta abajo para que no me vea la cara.
-Me queda bien la gorra, creo que me la voy a poner puesta.
-Como hace mucho Sol y tal… claro, póntela.
-Me la pongo porque me queda bien.
-¿No será porque te has puesto roja no?
-No, para nada. Estoy bien, ¿ves? – y le enseño mi cara.- lo que pasa que soy morena nada más…
-Tienes la cara un poco roja…eh… pero bueno, ése es tu color de piel.
-Lerdo, todo a sido culpa tuya. Me dejas hablar y hablar, y no me dices nada, eres una mala persona.
Se ríe.
-¿No decías que te gustaba tener un novio malote?
-Sí, bueno…pero malote conmigo no. Hum. - -¬¬
-Anda queee, cómo voy a ser malo contigo. Ains, ricura monísima.
-Ver tanta tele te afecta.
-¿Por?
-Eso es de Phineas y Ferb.
-Parece que no soy el único que lo veo. Lalala.
-Noooo.
Salimos de mi casa, y nos metemos en su coche. Llevamos ya un rato cantando, y haciendo el tonto, bailando. Cuando de repente, suena mi móvil. Lo busco dentro de bolso. Cuando lo encuentro, quito la funda, y miro quién me llama.
-Es Daniel.
-Cógelo, a ver que quiere.
-Vaale.
- - - - - - - - -
-Hola.
-Hola Paula. ¿Cómo estás?
-Yo bien, ¿y tú?
-Bien, bien. Llamaba, para pedirte perdón…
-¿Perdón? ¿Por?
-Porque me comporté mal. Y además te besé, cuando…se supone que vosotros dos habéis vuelto.
-Ya ya. Tranquilo no pasa nada. Ahora te tengo que dejar, que estoy con él. ¿Vale?
-Está bien. Pues ya nos veremos, o algo…
-Sí. Pero no sé cuándo va a ser. Así que, ya te llamaré para quedar… un besito, cuídate.
-Lo mismo digo. Adiós.
- - - - - - - - -
-No ha sido tan difícil, creí que me iba a poner nerviosa, pero todo ha ido bien.
-Sí. Me alegro de que todo esté solucionado. ¿Quedarás con él?
-No lo sé. De momento no, obviamente.
-Vaale.
-El mes que viene es mi cumple. ¿Qué haremos? ¿Estaremos en California?
-No tengo ni idea. Yo creo que sí que estaremos en California. Pero igual se tuercen las cosas. No lo sé. ¿Quieres pasar tu cumpleaños allí?
-Buff. Es que es California. Me encantaría la verdad.
-Pues si puedo, lo celebraremos allí. He comprado los billetes de avión.
-¿Cómo? ¿Por qué?
-Porque sí.
-No te entiendo, creía que iba a pagar yo el mío, por eso me apuntaba al concurso.
-Tranquila Paula, que cuando estemos allí, habrá cosas que pagar, como el hotel, la comida etc, etc…
-Vale, vale. Pues déjame pagar a mí el hotel, y la comida a medias.
-Bien. Me parece bien. No he comprado billetes de vuelta.
-¿Nos llegará el dinero?
-Sí, allí los podremos comprar, e irnos cuando queramos. Tú ya has terminado bachiller y todo. Así que… sólo te queda la universidad.
-Ya. La universidad… y a tú también.
-Cierto.
-A la, pues los dos juntitos. Que guai va a ser.
-La verdad es que sí. Pero, a estudiar.
-Claaro. A estudiar- Digo sonriendo.
-Qué mala. Todo se verá. Dónde estudiaremos, cómo, etc, etc.
-Sí. Podría irme a tu casa a vivir, en plan estudiante.
-Podrías, claro que sí. Y estaría encantado.- me mira, y me sonríe. Su mano, toca mi pierna.
-Qué monada de chico.
-Porque te quiero.
-Sí, sí, sí.
-Pues claro que sí.
-Yo no lo he negado.- Digo sacando la lengua.
-De verdad. Bueno, ya queda poco para llegar. Ya son las diez de la noche.
-Ala, pensaba que era más pronto.
-Es que, has tardado en prepararte.
-Tardo mucho en lavarme el pelo. Tengo que cuidar esta melena, hombre. ¿Has visto? Mi pelo está perfecto.
-No, si ya. Está brillante, y…-acerca su mano, y me toca el pelo- muy suave.
-¿Ves, ves, ves? Si es que… es mi pelo, échale la culpa a él.
-Qué bobaa. ¿Seguro que tu tía me dejará?
-Sí. Te lo a seguro. Te lo prometo. Hablaré yo con ella. ¿Vale?
-Gracias amor.
Aparca el coche, enfrente de la casa de ésta. Antonio, me lleva la mochila. Nos acercamos al porche, y toco el timbre. Se oye una voz a lo lejos diciendo que ya va.
-¡Holaa Paulaa! ¡Cuánto tiempo sin verte! Qué grande estás madre mía.
-Hola tía marga ( ? ) Unos añitos.
-Sí. Cómo pasa el tiempo. ¿Éste es tu amiguito, con el que jugabas de pequeña?
-Sí, es Antonio. Te acuerdas de él, menos mal.
-Buenas noches.- dice Antonio, un poco cortado.
-Hola hijo, bueno, pasar, pasar. ¿No habéis cenado verdad?
-No, la verdad es que no.
­Bien, bien. Pues tenéis para cenar costilla con patatas. ¿Os gusta, o hago otra cosa?
-No, no tía marga, muchas gracias, así está bien.
-Vale. Pues, vete a dejar la mochila arriba, en la habitación, mientras pongo la mesa. Cruzas el pasillo y es la tercera a la izquierda.
-Okei. Ahora bajamos.
-Espera. Antonio, es de noche ya, y conducir…a estas horas, tan tarde… no me gusta. Así que si quieres, te puedes quedar a dormir.
-Oh, gracias. Pues… me quedaré, sí. Gracias, enserio.
-Luego voy a prepararte el cuarto.
-Gracias.
Subimos las escaleras rápido y vamos a la habitación que me ha dicho mi tía.
-¿Veees? ¡Hasta te lo ha ofrecido ella!
-Ya, que guai.-Dice con una gran sonrisa.
-¿Entonces, te escaparás, y vendrás a mi cuarto por la noche?
-Of course.
-Bien, me harás compañía. Podríamos ver una peli, y comer m+m’s.
-¿Tu tía tiene m+m’s?
-No creo. Pero tengo yo.- voy hacia la mochila, y saco la gran bolsa de m+m’s.
-Te has pasado. Es enorme. Con eso tenemos para una semana. Ya tenemos algo para comer en el avión.
-Qué exagerado. Sólo es de...400 gramos.- digo riéndome.- Te digo que en estos dos días, no los terminamos.
-¿Apostamos?
-No.
¿Por? Si sabes que vas a ganar…
-Por eso mismo. Tienes mal perder.
-Qué va.
-Sabes que sí. Además, si esto es una chorrada.
-Anda ven.- va a darme un abrazo, cuando añade…- Vente a vivir conmigo.
-¿Qué?
-Que te vengas a vivir conmigo.
-Tenemos que ser discretos…
-Ya. Pero me da igual, yo te quiero. Además cuando estemos en California. ¿Qué?
-No sé Antonio…
-¿Y, por qué con el otro si te podían ver, y conmigo no?
-Por favor…
-Da igual, da igual.- Me coge de las manos, y me mira a los ojos.- ¿Algún día me lo contarás?
-Sí. Te lo prometo.
-Muy bien.- Sonríe, aunque le duele.
Las personas sufren mucho, por las personas que aman, pero tienen que ser pacientes, y fuertes.
Mi tía nos llama, y nos deja solos en la cocina cenando. Mientras, ella, va a preparar el cuarto de Antonio.
Son las doce de la noche, y mi tía Marga, lleva ya, casi una hora durmiendo. Cada uno, se supone que está en su cuarto, pero…como dijimos…estamos los dos solos en mi cuarto comiendo los m+m’s. lo malo, es que no hay televisión en el cuarto, y no podemos ir a la sala, así que estamos con una lamparita encendida, encima de la cama, con los brazos estirados hacia arriba, mirándonos las manos. Con los pies hacemos lo mismo.
-Se me cierran los ojos...buff.
-Pues si aún es pronto.
-Bueno, pronto, pronto… pero tengo sueño…
-Entonces, me voy, y te dejo dormir ¿vale?
-No, no. Quédate conmigo a dormir.
-¿Y si nos pilla?
-Ella duerme abajo, y nunca sube arriba. Además, ¿no eras tú mi novio malote, o, te me han cambiado antes de subir al coche?
-De verdad, cómo eres. Ale, apaga la luz.
Alargando la mano, doy al botón de la lamparita, y la apago. Se acerca a mí, y me abraza.
-Buenas noches Paula.- sus labios tocan los míos.
-Buenas noches.- y sonrío con los ojos cerrados.


miércoles, 10 de agosto de 2011

Encuentro ''Capítulo 9''

Voy a hacer como si no hubiera pasado nada. Y no, en realidad no ha pasado nada. Ya está, ahora sonríe, y toca el timbre de la casa de Antonio.
-¡Te echaba de menos princesa! ¿Dónde has estado?
- He estado con Daniel, ya está todo aclarado.
-¿Enserio? ¡Eso es genial!
-Sí. Ahora estamos los dos solitos. Tú y yo. Y yo y tú. Como antes.
-Todo vuelve a la normalidad. Estoy soñando, seguro.
-¡Nooo! ¿Si estuvieras soñando sentirías ésto? – Y le doy un pequeño beso.
-Qué bobo soy, cómo puedo pensar que estoy soñando… Es que, ésto, es el paraíso. Tú eres el paraíso.
-Pues yo, no sé cómo he aguantado tantos meses sin ti.
-Echabas de menos mis besos, y mis abrazos.
-Por supuesto- Digo sonriendo.
-Y mi pelo. [e.e]
-Síííí. Muchísimo más que tus abrazos y tus besos.
-Ala, ala.
Nos reímos.
-Ven, vamos al cuarto.
-Vale.
Recorremos el largo pasillo que nos conduce a la habitación de éste. Nos tumbamos en la cama.
-¿Y qué echabas de menos de mí?
-TODO.
-¿Todo?
-Sí.
-Jooo, venga, sé más específico.
-Boba. Echaba de menos tu sonrisa, tus ojos, que me iluminaban todas las mañanas. Tus labios, tu carita. Tus manos, tu tripa, tus piernas. Tus graciosos pies. Echaba de menos cuando tus manos rozaban mi piel. Tu pelo despeinado por el viento. Echaba de menos tu voz, tus palabras bonitas. Echaba de menos tus enfados, tus rabietas. Tus besos, tus besitos por mi cuello. Echaba de menos todos esos momentos que pasábamos juntos, debajo de la lluvia, dando vueltas y cantando. Los paseos por la playa, y cuando nos tirábamos a la arena, y nos revolcábamos. Echaba de menos verte feliz. Oírte cantar. Simplemente, te echaba de menos a ti. Sabes que tú has sido siempre para mí muy importante en mi vida. Y te quiero muchísimo Paula. Mi Paula y preciosa Paula.
-¡Cariñooo! –Digo con los ojos llorosos.- Abrázame y no me sueltes nunca.
-Nunca, nunca.
Se acerca y me coge de las manos, y las desliza alrededor de él. Me abraza, y sus manos tocan mi pelo. Mis lágrimas caen encima de su hombro desnudo.
Besos cortos, pequeñitos, pero dulces.
-No llores Pau, no llores.
-Yo te quiero…
-Sé que me quieres. Yo también. Te amo.
-Y yo, mucho, muchísimo, muchisísísímo.
-Eres lo mejor, la mejor. Eres única. Eres perfecta.
-No, nada de eso sería sin ti, y lo sabes. Nos complementamos. Hey soul sister. 
-Yeah. We´re live like Jack and Sally if we want…
-Nothing to lose…
-¡Me, me, me, me, me, me encantas!
- Y tú a mí. Luego, déjame que te cante una canción.
-¿Qué canción?
-Aaaah, ya la verás. Sólo te digo, que es la canción perfecta.
-Está bien.
Seguimos tumbados en la cama.
-¡Me has dejado de abrazar, mala persona!
-Qué va. Te he dicho que nunca te soltaría, porque siempre estarás conmigo.
-¿Hasta que la muerte nos separe?
-Ni la muerte nos separará.
-Oooinnss. Juntos forever and ever.
-Exacto.
Su mano recorre mi cuerpo. La cara, los brazos, el vientre, las piernas.
-Me haces cosquillas, y la carne se me pone de gallina.
Se ríe.
-Me gusta ver tus pelitos erizados.
-¡Si parezco un pollo!- Digo mientras me río.- Pues a mí, me gusta verte feliz, y con esa gran sonrisa en la boca. Y tus ojos grandotes, reflejan tus sentimientos. Todo. Aunque con el pelo tapándotelos… no mola. No, no, no, no. Porque no los puedo ver. Son preciosos, y tu pelo te los tapa. Qué cruel.
-No pongas morritos que me pones triste.
-Jooo es que, es que, no es mi culpa, yo quiero verlos.
-Mira, eso se soluciona rápido.- Coge una horquilla de mi camiseta. Se coloca el flequillo al lado, y se la pone.- ¿Ahora, me los ves?
-¡Sí, me has hecho muy feliz!- Digo tirándome encima de él, y dándole besos…En la frente, en las mejillas, en la barbilla, en su nariz…Y por último, en sus  labios carnosos.
-Me encanta que me beses.
-Y a mí también, sino, no te daría ninguno.-Digo riéndome.
-¡Pero qué mala por favor! ¿Sino, no me darías ninguno? ¿Enserio?
-Tendríaa, queee hacer un esfueeerzo muuuy gaande. Y en ése caso, me los tendrías que dar tú a mí.
-Claaro, claaaro.
-Enserio.
-¿Como ahora?- Se abalanza sobre mí, me aparta el pelo. Cierro los ojos muy fuerte y me encojo.- ¿Pero, qué haces?
-¡En el cuello tengo cosquillas!
Se ríe.
-¡Pues ya verás, Muahaha! 
-¡Nooo!- Digo moviendo la cabeza.
Besitos en el cuello, por los hombros, en los brazos, en las manos, por la tripa.
-¡Aaaah!-Grito- ¿Y si te dijera que era una trampa?
-¿Una trampa?
-Sí, que me gusta, y que no tengo cosquillas.
-Mmm, pues creo que seguiría besándote.
-¿Sí?
-Sí. Te soltaría las muñecas, me acercaría más a ti… Y haría esto.- Se acerca, y me susurra algo al oído. Lentamente, me muerde el lóbulo.- Qué rico.
-Qué va, esto sí que es rico.- Me incorporo un poco, y le muerdo en el cuello.- Ñam, ñam.
-Mi cuello no es rico, pero el tuyo sí.- Y acercándose a mí, me coge el cuello. Pasa la lengua, y me da pequeños besitos. Y, a continuación, me muerde con cuidado.
-Vampiro, me gusta que me muerdas el cuello.
-Tu sangre es mi vitamina.
Me río.
-Me has cortado el rollo. [xD]
Él también se ríe.
-Soy gracioso, qué se le va a hacer. [xD]
-Qué lerdo.
-Alaa, encima insultando.
-Pero es con cariño mi amor.- Digo mientras le abrazo.
-Ya, ya.
-Que sí bobo.
-Alaa, otra vez.
-¡Aainss!
-¿Vamos a la sala, y me tocas la canción?
-Vale.- Y le guiño un ojo.
Llegamos. Antonio saca su guitarra de la funda y me la da. Toco las cuerdas, y las afino.
Empiezo a cantar.
You and me, we like the same kind of music…(8)
-¡Oh Paula ! Sí que es la canción perfecta. Jo, me gusta muchísimo. La letra es preciosa, como tú.- Quitándome la guitarra de encima, me empieza a besar con sus labios tiernos y jugosos.
-Me alegro de que te guste.- ^^
-Me encanta. Preséntate al concurso con esa canción. Ganas fijísimo. Te lo prometo.
-¿Tú crees? No es mejor…por ejemplo… ¿La de snow?
-¿La de los red hot chilli peppers?
-Sí.
-Mmm, no sé. Es que la de you and me… es super bonita .- :3
-Lo sé.- Hahaha.- por eso te la he dedicado.- ;)- O la de Best of me…- e.e
-Mmm, tienes que elegir cual, porque hay muchas canciones, pero con tu voz y talento, cualquiera sirve, hasta la del chiki chiki.
Nos reímos.
-¿Tú has elegido?
-Sí, pero no te voy a decir cual.
-¿Por?
-Porque quiero darte una sorpresa.
-Jooo. Pues yo tampoco te diré cual voy a tocar.
-Vaale, no pasa nada, esperaré al concierto.- J
-Huuum. – Mirada asesina.- ¿Vamos a la playa?
-Me parece bien. Voy a ponerme el bañador.
-Okei, pero yo no he traído…
-Es verdad. Pues nos vamos así, venga.
-Vale, ¿pero me dejas una camiseta? Es para ir más cómoda.
-Claro, ahora te traigo una.- Va a su cuarto, y trae una camiseta... Toma es de Macbeth -e.e
-Qué chula, gracias. ¿Es nueva verdad?
-Más o menos. Me la compré un mes después de romper…
-Mmm, entonces, sí, es un poco viejilla. Pero las grandes marcas siempre se conservan.
-Sí.
Dejo la camiseta de Antonio en el sofá, y me quito la mía mirándole a los ojos. Cojo la de éste, y me la pongo lentamente.
-Me hipnotizas. Te queda mejor a ti la camiseta que a mí.
-No digas tonterías cielo. – Le digo dulcemente.
-Gracias a ti, he vuelto a sonreír, y a ser feliz. El destino me ha concedido otra oportunidad. No quiero derrocharla. No quiero perderte. Quiero que estemos como antes, felices, enamorados. Dos años de relación. Se dice rápido, pero cada año contiene 365 días, y cada día, veinticuatro horas, y cada hora 60 minutos, y cada minuto, 60 segundos. No quiero perder nada de eso. Quiero estar contigo siempre, para siempre. Me pongo muy ñoño, pero esto, es una parte de lo que siento por ti. Porque el resto de las partes, te las tengo que demostrar cada minuto, cada hora, cada día, cada semana, cada mes, cada año, estando junto a ti. Me tatuaría todo el cuerpo con tu nombre. Paula, Paula everywhere.
Diciendo eso, corro, y salto encima de él, haciendo la tijereta. Le beso. Le digo que le amo, y le amaré muchísimo, siempre. Toda la vida. Porque quiero pasar el resto de mis días con él. Con Antonio. La persona que me ha enseñado a vivir, con la que he pasado los momentos más maravillosos de mi vida. Y se lo digo. Todo, todo lo que siente mi corazón por él.
Decidimos quedarnos en casa, achuchados, en su cama. Hablando, besándonos, acariciándonos. Escuchando música, escuchando la discografía entera de Blink 1 82. Viendo películas románticas, como el diario de noah. Mientras comemos pizza a la carbonara.
Ya son las nueve y media de la noche, y el Sol se está ocultando.
Acabamos de llegar a la playa. Antonio, ha extendido una toalla, y ha preparado el telescopio, para que cuando anochezca, poder ver las estrellas.
-El Sol está naranja, naranja. Está precioso. Y alrededor, está el cielo rosita y morado. Me encanta ver el ocaso.
-A mí también, sobre todo en verano, para poder contemplar estas vistas, tan espectaculares.
-Síí. Pero, con alguien especial.
-Cierto. Yo ya tengo a esa persona especial.
-¿Ah, sí? ¿Y quién es?
-Eres tú, por supuesto. Veo a la gente pasear por la orilla del agua, y la verdad, es que no me importan nada en absoluto. Es como si no existieran, porque no me importan nada, y no siento nada por cada una de las personas que están ahí. Sólo por ti. Ojalá se parará el tiempo, y así, no envejecer, y estar siempre a tu lado. Jóvenes, alegres. Ojalá fuéramos inmortales. Ojalá…
-Me encantaría ser inmortal, y poder besarte eternamente, porque las agujas del reloj no se moverían.
-Tengo miedo.
-¿Miedo? ¿Miedo por qué?
-Tengo miedo a perderte, y estropearlo todo. Miedo a que dejes de quererme. Miedo a envejecer y no estar al lado de ti. Miedo a morir sin ti. Miedo a no verte cada mañana al despertar. Miedo a ver la cama vacía…
-Antonio, eso no va a pasar nunca.-Digo, mientras le cojo de la mano, y le miro a los ojos. Los tiene llorosos.- Siempre estaré contigo. Te lo prometo. Forever and ever, ¿recuerdas? Ni la muerte nos separará. ¿Sabes por qué?
-Porqué…
-Simplemente porque te amo. Y no puedo vivir, ni morir sin ti. Necesito estar a tu lado. Porque te amo. Te amo, te amo. ¡Te amo Antonio!
-Cielo… Yo, yo, yo…. Sabes que también te amo. – Nos ponemos a llorar, abrazados, cogiéndonos las manos.
Después, nos secamos las lágrimas, y por el telescopio, podemos apreciar la perfecta forma redonda que tiene la Luna. Podemos ver las estrellas alrededor…
El amor es doloroso, pero también, es bonito, romántico. Es placentero, intenso.
Paula y Antonio. Antonio y Paula. Están hechos el uno para el otro, son almas gemelas, son la misma persona, pero en dos cuerpos diferentes. Son amigos desde la infancia, y eso se nota, porque se conocen muy bien. Amigos…y novios. ¿Todo puede ser a la vez? Exactamente, no lo sé.
Ellos dos se quieren y eso es lo que importa. Son la pareja perfecta. Son únicos. Creo que no hay ninguna pareja así. Tan entregada, tan perfecta, tan cariñosa, tan romántica, tan, tan, tan…especial. Tan linda.
Ni en la serie de sexo en nueva york. Ni en mujeres de Manhatan. Ni las mujeres ricachonas que salen en la tv. ¿Con ese montón de pasta que hacen? Nada, el ganso.
Ni si quiera Charlie Harper de la serie dos hombres y medio, es tan feliz como Antonio y Paula.
Menos mal que solo son series, y programas que echan en la televisión.

Encuentro ''Capítulo 8''

Ayer fue un día muy raro, pero especial. Volví con Antonio. Aún no me lo creo. ¡Es Flipante! Estoy…tan ilusionada…mi corazón vuelve a latir con fuerza. Al verle, al estar con él. Al besar sus labios, al mirarle a los ojos…
Quiero pasar el resto de mis días con él. Sólo con él. Mi mejor amigo…la mejor persona que ha existido. Todo, él es todo, y yo lo había perdido…lo había ignorado…por el bien de los dos…se supone. Ahora sé que nadie me lo va a quitar. Es mío, para mí. ¡Me lo pido!
Ayer, después de ducharme y vestirme, fui al cuarto, dónde Antonio me estaba esperando ansioso.
-¿He tardado mucho?
-Bueno…sí, un poquito, pero no pasa nada, ya estás aquí.-sonrisa perfecta ¬¬
-Lo siento.
Me siento en encima de la cama, donde se encuentra él. Le miro atenta, ha cambiado, sí, pero a mejor por supuesto. Aunque sea verano, está blanquito. Observo mi brazo y pongo cara de preocupación. ¡Yo también estoy blanca! ¡Qué horror!
-¿Qué pasa?-dice extrañado.
-¿Eh? Nada, nada…-digo sacudiendo la mano.
-Así que volvemos a estar juntos…
-Sí. Eso parece. ¿Eso querías no?
-Claro. Por supuesto.
Agacho la cabeza.
-Yo también-digo con timidez.
Me tumbo en la cama, apoyando la cabeza en la almohada, y con una mano sobre la tripa. Miro hacia arriba. Están las fotos que Antonio y yo nos sacamos hace muchísimo tiempo. Qué recuerdos…
-Mira.-señalo hacia el techo.
-Yo también las tengo, pero no en el techo pegadas-me mira.
-Yo no tengo espacio en la pared. ¿Pero, te acuerdas? Ahí fuimos al parque de atracciones.
-Sí, claro que me acuerdo-dice sonriendo- la primera vez que nos besamos…
Le miro sonriendo. Asiento la cabeza. Fue el día más especial de mi vida, la verdad.
Me levanto de la cama, y abro una caja, rebusco en ella, hasta encontrar lo que quería.
-Toma.
La mira, se la acerca a la cara. Luego, me mira, se levanta y me abraza.
-Fue el primero.
-Sí. La sacó Haret, nos pilló de improviso.
-Lo sé, me acuerdo.-comienza a reírse- Qué capuyo. Se supone que era un momento…¿Romántico, íntimo?
Asiento sonriendo.
-Te la regalo, no la tienes.
-No, pero no me la puedes regalar, es tuya.
Le señalo a una parte de la pared.
-Está bien, toda mía. La dejo aquí, luego me la llevo.
-Okei.
Nos quedemos callados. Qué vergüenza, se suponía que teníamos que hablar, pero no sé que preguntarle… o… ¿sólo era una escusa para que se quedara aquí conmigo?
Estoy de pies, mirando a la nada, pensativa. Él me observa curioso, sentado en la cama.
Abren la puerta. Nos sobresaltamos.
-Hey, Paula. Me voy, que he quedado.
Le miro con cara de idiota.
-¿Desde cuándo me ha importado lo que haces?
Me mira furioso.
-Ten cuidado con lo que dices niñata.
Me encojo de hombros, mientras da un portazo.
-¿Por qué le has hablado así?
-No sé. Es un imbécil.
-Es tu hermano.
-¿Y qué? Siempre está igual. A mí, los enfados no me duran cinco minutos como a él.
-Hum. Pues, te pido que delante de mí, no hables mal a tus hermanos.
Le miro extrañada.
-Mmm, de acuerdo.
-¿Nos vamos a dar una vuelta?
-Sí. Deja que coja una chaqueta.
Voy hacia el armario y cojo una chaqueta de color amarillo chillón.
-Esa me hace daño a la vista-dice riéndose.
-Ja, ja. Qué gracia.-digo irónicamente- Pues bien chula que es.
Sonríe no dice nada. Me la quito, y cojo otra, una negra simple.
-Ala, señorito. Esa.
-Mejor.
Salimos de casa, y cierro con llave.
-Oyes, ¿el chico ese que conociste?
-Qué.
-¿Estabas saliendo con él no? –dice tristemente.
-Mmm, sí… ¡Ostras, se me había olvidado! ¡Tengo que llamarle!- saco el móvil rápidamente. Me paro en mitad de la calle. Pienso. Ahora no, sería una tontería. Lo vuelvo a guardar.-Ya le llamaré.
-Vale, pero que no se te olvide.
-Sí…papá.
Son las ocho de la mañana. Estoy asomada en la ventana, viendo como caen pequeñas gotas de agua. Llueve, pero hace Sol. ¿Cómo puede ser tan grande, redondo… tan perfecto? Es hermoso.
Abro la ventana con cuidado de no hacer ruido. Antonio está durmiendo en la cama… Extiendo los brazos. Mis dedos se mojan, con cada gota que cae en ellos. Un escalofrío me recorre todo el cuerpo. Ahora tengo la carne de gallina, es gracioso.
Camino, hasta llegar a la cama. Me acerco a la cara de éste, y le doy un beso en la mejilla. Sonríe. ¡Qué sonrisa más bonita! Transmite una dulzura… oins :$
-Cariño…Me voy a la ducha...Tú duerme…-Digo susurrando en su oído.
-Vale princesa…
Volviéndole a besar, esta vez en la boca…camino hasta el baño, y me observo durante un rato en el espejo. Estoy blanca. Miro mi vientre plano de perfil, y… no lo tengo moreno, parezco un vampiro. Hum, le diré a Antonio que tenemos que ir a la playa.
Abro el grifo del agua caliente. Enciendo la radio, y sólo dan música comercial... Voy al cuarto otra vez, y cojo mi móvil, y vuelvo con cuidado. Le doy a Blink 182. Wasting time.
Meto un pie despacio, y luego el otro, hasta tumbarme en la bañera. Cierro los ojos, y pienso si he tomado la decisión correcta. Yo creo que sí, por encima de todo, pero me duele la historia que empecé con Daniel. Cae una lágrima tras otra.
Salgo de la bañera, del cuarto. Cojo la ropa y me la pongo. Abro la puerta con cuidado, y salgo en silencio.
Abandono la casa de Antonio. No sabe nada. No quiero asustarle, pero ahora no quiero hablar con él.
Marco el número de móvil de Dani.
Da señal, al cabo de unos segundos contesta.
-¿Paula?
-Sí, soy yo.
-Hola, ¿estás mejor?
-Hola…sí, sí… ¿podríamos quedar para hablar?
-Claro, claro. ¿Dónde?
-¿En el bar Ducatti?
-Mmm vale, ahí estaré. ¿Quedamos a las diez?
-Sí, voy para allá. Adioos.
-Un beso.
Estoy esperando al autobús. Cuando viene, paso la tarjeta, y escojo un asiento libre atrás del todo. Saco la libreta que llevo siempre en el bolso, y empiezo a dibujar. Pero…se me olvida algo. La música, música. Eso es lo que me falta. Busco el ipod, lo enciendo, y pongo californication.  Ahora sí, empiezo a dibujar.
La señora que acaba de subir, se sienta al lado de mí. De vez en cuando, echa un vistazo, y yo, orgullosa, sigo a lo mío, como si fuera Picasso.
Ya tengo que bajar, es mi parada.
Me bajo enfrente de un bar, ando un poco y entro en el bar que he quedado. Me acerco a la barra.
-Hola. Querría un cola cao, con un croassant.
-Muy bien señorita.
Voy a una mesa vacía, y saco otra vez la libreta, y sigo dibujando. Después de diez minutos, llega Daniel. Me ve, y se sienta conmigo.
-Buenos días Paula…siento llegar tarde.
-Buenos días. Nada tranquilo, no pasa nada. ¿Quieres tomar algo, te voy a pedir?
-No, no. Ya pido yo.- Sonríe.
Se levanta, y va a donde el camarero,  pide y vuelve.
Después de un ratillo, el camarero se acerca a la mesa, y nos sirve lo que hemos pedido.
-¿Qué tal?
-Bueno…bien, se puede decir.
-Mmm Más o menos…entonces.
-Sí… ¿Y tú, bien?
-Sí, aunque estoy un poco triste por lo que te pasó ayer.
-Sí bueno…eso, no te terminé de contar…
-Cierto. Sigue por favor.
-Pues no me acuerdo por dónde lo dejamos. Mmm, a ver…Te dije que estuve saliendo con mi mejor amigo…Bueno, hace meses que lo dejamos. No por su culpa…porque, joe, yo estaba muy enamorada de él…¿no? Y buff, es que no podía estar con él. Suena muy raro, pero…no podíamos estar juntos. No le dije porqué corté, pero prefiero que no lo sepa.
Eso por un lado.
Cuando cortamos, dejamos de hablarnos. Bueno, yo no le hablaba, porque estaba fatal, los dos. Alguna vez, nos vimos por la calle, pero hicimos como si nada. Fue horrible.
-Ya veo…-Dice rascándose la barbilla- Así que por eso estabas mal…Es normal. Ya siento a verme ido ayer.
-No pasa nada…-Mordiéndome los labios- Yo quería contarte algo…em, te dije que…estuve en su casa…ensayamos, y me dijo para apuntarme a un concurso de música, y acepté.
-Eso es genial.
-Sí…
-¿Qué pasa, no querías?
-Si, pero no es eso…
-¿Entonces?
-Cuando nos íbamos a despedir, me, me…
-Te besó. 
-Sí…
-Tranquila, me lo imaginaba.- Poniendo su  mano encima de la mía.
-Ya, pe, pe… pero.-Digo tartamudeando.- Ayer, vino a mi casa…después de irte tú…yo…em…pues…que… Esto es difícil de decir… porque tú y yo habíamos empezado una historia muy bonita…
-Ya…Paula… Tú me gustabas, bueno, y me sigues gustando…
-Y tú a mí, pero…
-Estás enamorado de él.
-Sí…
-Y cuando fue a tu casa… hablasteis.
-Sí…
-Habéis vuelto juntos.
-Em, sí…
-Entonces me voy, ya no tengo nada que hacer aquí.
-Daniel… no seas así…
-¿Que no sea cómo?
-Estás siendo muy borde…y me duele…aunque no lo parezca.
-Es que, tú y yo habíamos conectado.
-Ya…
-Me da rabia, me fastidia bastante.
-Normal, yo… Lo siento, de verdad… Seamos amigos, todo empezó así…
-No sé si es buena idea.
-Yo tampoco, pero no te quiero perder…
-Yo a ti tampoco.
Acercándose hacia mí, desliza su mano suave y delicada a mi cara…me besa en la boca y se va.