Produce tranquilidad, sólo escuchar cómo cae cada gota, ver las pequeñas gotas de agua transparente, que cada cosa que tocan, la van mojando poco a poco.
Lo bonito es ver la lluvia en una noche de verano, oírla, sentirla, olerla...
Te satisface estar en la ventana y ver los relámpagos iluminando la noche oscura, y escuchar los temibles truenos... Uno, dos, tres... y te podría decir a qué distancia se encuentran éstos.
Estas son las noches únicas que se pueden aprovechar...
Con los ojos cerrados, y todo es más fácil. Sientes el bolígrafo caer sobre la hoja de papel. También puedes escuchar cómo cada letra se va formando, para plasmar las palabras útiles, adecuadas, para que las cosas tengan sentido.